miércoles, 1 de diciembre de 2010

Rammstein en Brasil

Una manta negra cubría todo el escenario antes de que empezara el espectáculo. Cuando cayó el telón negro, apareció una segunda cortina con una bandera alemana gigante, tanto el sonido como las luces explotaron, iluminando a la audiencia con una luz espeluznante. El telón cayó finalmente. 

Till Lindeman se situó en el centro del escenario, mirando hacia arriba con un delantal de carnicero, plumas rojas, una linterna en la boca. Era como un carnaval esquizofrénico montado en escena.

Via Funchal se convirtió en el Infierno de Dante con aire acondicionado. Hasta Lindeman, corpulento como Arnold Schwarzenegger se movía como un androide y sacudia la cabeza frenéticamente. 

El público cantó más fuerte y ensordecedor, en un rito de interacción entre la banda y la audiencia ("Du Hast, DuHast Du Hast Mich, Du hast mich gefragt / Du hast mich gefragt ") con el teclado de Flake al fondo. La polvora cayó del techo como meteoros lanzados al público, y de vuelta explotando el escenario.

El público cantaba todas las letras, sin distinción, en alemán como Weisses Fleisch, o en Inglés, como Pussy. 

Con máscaras similares a las de los perros violentos, los dos guitarristas (Kruspe y Paul Landers) y también el cantante, soplaron hasta dejar salir fuego. Más de 7.000 personas rugieron en unitono cantando Mein Teil,  Sonne, Ich Will, Te Quiero Puta y la balada Frühling in París, momento de una terrible melancolía desesperada invadió el corazón.   

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